Mosaico 23. Niño Jesús Pasionista.

El ceramista Julio Hernández realiza en 1989 un retablo vidriado del Niño Jesús para la fachada del Hogar Pozos Dulces, que es todo un presagio de las distintas maravillas en azulejos que cobija este noble edificio en su interior. Se trata de una pieza de 45 x 75 cm, ampliada con una hilera inferior que incluye al mecenas de la obra, Juan Ruiz Postigo, que combina con el rótulo en letras azules sobre fondo blanco, pero que queda ahogado por un espantoso fluorescente en su parte superior.

Julio nos ofrece sus típicas tonalidades pastel y colores atenuados con una sencilla orla. El mosaico, en técnica de azulejo plano pintado, es como un óleo con claras pinceladas que inciden en la diagonalidad de la escena y el protagonismo de las sombras sobre la que destaca la figura del Redentor, que a modo de Divino Pastor conduce al cordero.  Como curiosidad, la firma del pintor aparece borrado, suponemos de manera fortuita, en el margen inferior derecho.